miércoles, 19 de agosto de 2009

¿Qué es deserción escolar y cóme afecta a Colombia?


POR: Susana Alzate


La deserción según el diccionario la Real Academia Española es el desamparo o abandono que alguien hace de la apelación que tenía interpuesta, por tal motivo, la deserción escolar es el hecho de dejar la obligación que tienen los niños, la cual es estudiar, esto quiere decir, como lo explica Luis Bernardo Flórez Enciso, el abandono del sistema educativo antes de haber culminado el ciclo escolar, y como él mismo lo expresa, es un fracaso para el estudiante y para el país.

Los niños al dejar de ir a estudiar frenan el desarrollo de un país ya que el capital humano no se fortalece, se pierden recursos invertidos en la educación y baja la competitividad del mismo, como PNUD indica, la tasa de alfabetización es uno de los parámetros con el que se mide el Desarrollo Humano, el cual muestra el avance de la región.

Por tales motivos si los niños dejan de asistir a la escuela, hay una mayor probabilidad de continuar el ciclo de pobreza ya que no hay una forma de avanzar y se frena el progreso social

Valle exibe avances en el desarrollo humano.


POR: PNUD Colombia (Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo)


El Valle del Cauca es el segundo departamento de Colombia en Desarrollo Humano, índice que mide el avance de una región de acuerdo con tres parámetros: esperanza de vida, tasa de alfabetización y nivel de vida digno (ingreso per cápita).

En ese sentido, la región tiene un índice de desarrollo de 0,80, lo que la ubica detrás de Bogotá, cuyo índice es 0,83.

La cifra muestra el avance indiscutible de la región, pese a que siguen persistiendo situaciones de exclusión y grandes contrastes entre crecimiento económico, condiciones de vida, recursos y oportunidades.

Así se desprende del informe del Programa de las Naciones Unidas, Pnud, que se dará a conocer hoy en la Universidad Javeriana y que contiene un profundo análisis, propuestas y retos para la región en temas económicos, sociales, educativos, de salud, seguridad, medio ambiente, participación ciudadana y gobernabilidad.

Según lo reseña el Informe de Desarrollo Humano para el Valle del Cauca, el índice de población con necesidades insatisfechas es de 15,6%, casi la mitad del nacional, que es de 27,6%. La tasa de homicidios por cada cien mil habitantes se redujo sustancialmente y la región contribuye con el 11% al PIB nacional.

Sin embargo, el Valle sigue siendo una región desconfiada, (el 29% de sus habitantes confía en sus vecinos y el sólo el 10% en los alcaldes), persiste la deserción escolar y el medio ambiente sigue siendo el talón de aquiles de la región.

La cobertura es alta, pero persiste la deserción en la educación

Las tasas brutas de escolaridad en el Valle son altas en la primaria (113,3%) y en la básica secundaria (98,4%), pero no se ha logrado aún cobertura universal en la básica, (de cero a noveno grado).

Las tasas más bajas de cobertura y asistencia escolar se presentan en los municipios del extremo norte del departamento y en algunos del centro-occidente. Buenaventura se caracteriza por tasas de asistencia intermedias para niños y niñas entre 6 y 14 años y altas para jóvenes de 15 a 17 años, infladas por la extraedad tardía, que evidencia problemáticas de permanencia y logros educativos.

Según el informe, los niveles de escolaridad de los niños, niñas y adolescentes de las áreas rurales muestran progresos, pero las tasas de asistencia escolar guardan relación con las desigualdades socieconómicas y son menores en los estratos bajos y el sector rural, especialmente para jóvenes de 15 a 19 años de edad.

Frente a la educación superior, el Valle también evidencia un retraso en las tasas de escolaridad y asistencia. La cobertura, que llega al 24%, es inferior a la media nacional (25%) y está lejos de la de Bogotá (50%) y algunas regiones del país.

La desigualdad en la asistencia escolar por municipios también se da en la educación superior, sólo en cinco municipios la tasa promedio es superior a 24%.

Según estimativos del Pnud, se requieren como mínimo doce años de escolaridad para estar en condiciones de superar la pobreza. Considerando la población más joven (entre 15 y 24 años), el Valle del Cauca está aún 2, 4 años por debajo de esa meta. Las distancia es mayor para la zona rural ( 4, 2 años) y para hombres, tanto de la zona urbana como la rural es de 2,6 y 4,6 años respectivamente.

La deserción escolar.

Aunque en los últimos años las tasas de deserción y repitencia se han reducido en el departamento, sus niveles siguen siendo preocupantes, como también las diferencias territoriales (mayores en los municipios pequeños y en el sector rural), institucionales (mayores en los colegios oficiales) por género ( mayores en los hombres) y por grados (mayores en los primeros años de la primaria y al final de la básica secundaria).

La mitad de los niños del Valle (49,4%) que está por fuera de la escolaridad, señala las limitaciones económicas como razones para no estudiar. Las crisis o a la transformación de las familias, el abandono, el maltrato, el consumo de sustancias psicoactivas y los embarazos de adolescentes inducen a la no asistencia y a la deserción, en unos casos, y afectan el rendimiento escolar, en otros.

Según los resultados de las pruebas Icfes, la mejor educación se concentra en ciudades de mayor desarrollo (Cali, Buga, Cartago, Tuluá y Palmira), aunque en ellas también una proporción importante (30% y más) de estudiantes, sobre todo en estratos populares, recibe una educación de baja calidad.

Los resultados más bajos están en algunos municipios del norte del departamento y en Buenaventura.

Recomendaciones del estudio • Más inversión para construir planteles educativos, que los estudios se articulen con los mercados laborales, flexibilización y transformación del currículo en la educación media
PNUD. Valle exhibe avances en desarrollo humano. Tomado del URL: http://www.pnud.org.co/sitio.shtml?apc=a-b020081--&x=54501. Visitada el 16 de agosto de 2009.

Catigo para los padres que no envíen los hijos a estudiar


POR: Colombia aprende. La red de conociemiento


La Secretaria de Educación del Distrito (SED) estableció el procedimiento para evitar la deserción escolar y sancionar a los padres que no envíen a sus hijos al colegio.


Se definió que cuando haya una ausencia de más de tres días sin excusa de salud, el rector estipulará si se trata de una deserción y citará al padre o acudiente a una audiencia, por un máximo de tres veces. Si el padre o acudiente no asiste, se remitirá el caso la Defensoría de Familia, Comisaría de Familia o al Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF).


Se advierte además que los niños o niñas que se encuentren enfermos de gripa no serán recibidos en los jardines.Finalmente, la Secretaria de Educación del Distrito recomienda el cumplimiento de esta resolución por parte de las directivas de los colegios privados, para que se garantice el bienestar de los niños y niñas en los colegios de Bogotá
Colombia aprende. Tomado del URL: http://www.colombiaaprende.edu.co/html/home/1592/article-196977.html. Visitado el 15 de agosto de 2007

martes, 18 de agosto de 2009

Deserción escolar en colombia en educación preescolar, básica y media

POR: Educación Compromiso de todos

La tasa de deserción es el número de estudiantes que abandonan el sistema educativo durante el año escolar (deserción intraanual) o entre un año y otro (deserción interanual).

La deserción afecta tanto al estudiante, a la familia como al país; pues reduce las posibilidades de desarrollo y progreso social, económico y cultural, además de alta probabilidad de perpetuarse en el círculo de pobreza.

Las causas más comunes que generan deserción escolar son: factores económicos, socioculturales, el desempeño académico y problemas del sistema educativo relacionados con la asequibilidad (disponibilidad de infraestructura física y docentes), la accesibilidad (promoción de acceso a niños en situación de vulnerabilidad al sistema educativo), la aceptabilidad (garantía de calidad) y la adaptabilidad (permanencia del niño en el sistema).


Del 2005 al 2007 se muestra reducción en la deserción escolar, no obstante es de gran preocupación que quienes más desertan del sistema educativo son los niños de temprana edad.

En el 2007, la tasa más alta de deserción en transición la reporta Guainía con 21%, seguido de Putumayo y Nariño con 14.6% y 12.9% respectivamente. Éstos departamentos se caracterizan por la alta dispersión de la población, alto nivel de desplazamiento y por sus condiciones sociales, económicas y culturales. En educación básica primaria vuelve el departamento de Guainía a reportar la mayor tasa de deserción con el 15.3%, seguido de Putumayo con 13.1% y Turbo (Antioquia) con 12.1%. En básica secundaria Casanare y Guainía reportan las tasas mas altas con 16.4% y 14.2% respectivamente. La deserción de la educación media vuelve casanare a reportar la más alta deserción escolar con 21.4%, seguido de Amazonas y Guainía con 14.7% y 12.9%.

La deserción escolar se hace frecuente en los departamentos más pobres, no obstante casos como el de Casanare, donde el departamento obtiene mayores recursos por medio de las regalías, también es la entidad territorial que presenta altas tasas de deserción por encima del resto del país.

Quindío diseña plan contra la deserción escolar


POR: Caracol Radio


Las autoridades educativas del Quindío incrementaron sus medidas para evitar una mayor deserción escolar, luego de que se detectara a 160 niños que abandonaron las aulas.

Según la Secretaría de Educación de este Departamento, en los últimos tres meses, ese alto número de niños han abandonado las aulas de clase por irse a buscar un trabajo para ayudar a sus padres a superar la actual crisis económica.

Este es un fenómeno que se está registrando principalmente en los municipios de la zona cordillerana del Quindío.

El último reporte entregado por las autoridades, indica que durante este trimestre 700 niños se han ido de las aulas, pero de ese número, 540 menores han ingresado a estudiar en otras regiones.


Ante esta problemática, el gobierno departamental inició gestiones para buscar a los menores y ofrecerles garantías educativas que alivianen su situación económica.


Caracol Radio. Quindío diseña plan contra la deserción escolar. Tomado del URL: http://www.caracol.com.co/nota.aspx?id=821852. Visitada el 14 de agosto de 2009

La deserción escolar en el Tolima


POR: Luis Eduardo Chamorro Rodríguez

El Nuevo Día


El tema de la deserción escolar se ha vuelto repetitivo. Está en los planes de desarrollo de las entidades territoriales, aparece en las estadísticas educativas y hasta fue incluido en el nuevo Código de la Infancia y la Adolescencia.

Es que la permanencia en el sistema escolar es uno de los derechos esenciales de los niños, niñas y jóvenes. Derecho que no está garantizado y que se vulnera a menudo.

No han sido efectivas las políticas y estrategias adelantadas para atenuar o disminuir la magnitud del problema.

Si se mira desde el punto de vista cuantitativo, de acuerdo con los datos de los primeros siete años del presente siglo, en el Tolima la tasa de deserción intranual no ha disminuido para los niveles de educación básica y media.

Comenzamos el siglo y el milenio con una deserción escolar del 8.9 por ciento y en el 2007 pasó a ser del 8.6 por ciento. Es decir, sigue más o menos igual.

En cifras absolutas significa que en el año 2000, fueron 28 mil 163 los estudiantes matriculados que abandonaron las aulas durante el año escolar y esa cifra pasó a ser de 26 mil 912 desertores en el 2007, una disminución de la deserción del 4.4 por ciento, frente a una disminución de la matrícula de seis mil 160 estudiantes menos, cerca del dos por ciento.

Entonces, estamos ante un problema de gran magnitud que tiene efectos y costos para el Estado y para las familias de los desertores. Porque, muy posiblemente, habrá un menor nivel educativo de la población y se acrecienta el fenómeno de pobreza, exclusión social y económica.
Un estudio de la Contraloría General de la Nación calculó en 680 mil millones de pesos el costo de la deserción de 760 mil estudiantes en el año 2004, en Colombia.

Existe una alta probabilidad de que el estudiante que abandona los estudios durante el año escolar, se convierta en un ausentista definitivo del sistema escolar, fenómeno que se conoce como deserción interanual y de cohorte.
El Tolima no está entre los cinco departamentos con la deserción escolar más alta, pero si entre aquellos donde este fenómeno está por encima de la tasa nacional de deserción.

Y eso es como para ponerle atención especial. Amerita investigaciones sobre factores causantes del fenómeno y principalmente sobre la eficacia o ineficacia de las estrategias que se han puesto en marcha para atenuar su ocurrencia.
Entre éstas, la gratuidad educativa, el subsidio a la demanda, la alimentación escolar, el transporte escolar, las metodologías flexibles para retener a las poblaciones dispersas, etc.

Son muchos los interrogantes que nos plantea la deserción, por tratarse de un fenómeno educativo multifactorial, multicausal donde tienen gran peso factores exógenos o externos al sistema escolar.

¿ Por qué la deserción es más alta en primaria que en los otros niveles educativos?. La deserción en primaria, en el 2007, fue del 10.3 por ciento, igual que la del 2000 para este nivel educativo.

¿ Por qué la deserción es más alta en las zonas rurales que las urbanas?. ¿ Por qué tanta deserción en el nivel preescolar?.

De cada 100 estudiantes matriculados en preescolar, nueve abandonaron las aulas durante el año escolar, en el 2007.

¿ Por qué Ataco es el municipio campeón de la mortalidad académica?. Deserción y reprobación escolar, juntas.


Chamorro Rodríguez, Luis Eduardo. La deserción escolar en el Tolima. Tomado del URL:
http://www.elnuevodia.com.co/nuevodia/inicio/archivo/9891-la-desercion-escolar-en-el-tolima.html. Visitado el 11 de agosto de 2009

Mineducación pide ayuda a padres de familia para evitar deserción escolar


POR: Ministerio de educación


Un llamado urgente a directivos, docentes y en especial padres de familia, para evitar la deserción escolar de los menores, hizo la ministra de Educación Nacional, Cecilia María Vélez White.

“Lo que quisiéramos es que ningún muchacho que esta hoy entre primero y décimo se quede sin matricular el año entrante, de manera que hacemos un llamado a todo el mundo, tanto a los padres de familia para que garanticen el cupo de los niños el año entrante”.

El propósito –agregó la Ministra- es que los menores continúen estudiando, sin interesar que por razones familiares de traslado de ciudad o de barrio, los niños y niñas tengan que interrumpir sus estudios, especialmente en las instituciones públicas.

“Que matriculen a los niños, a sí se vayan a pasar de ciudad, si se van a pasar de barrio, en fin, que vayan visualizando como se pueden inscribir en el sistema público. Los mismos colegios y secretarias (de Educación) les pueden ayudar”, expresó.

Cecilia María Vélez, aseguró que en este momento cursan diferentes iniciativas en el Congreso de la República para sancionar a los padres que no faciliten a sus hijos el ingreso al estudio, pero –insistió- “entre tanto queremos orientar a los padres de familia para que sepan cuales son las facilidades que les da el Estado para que los niños se puedan quedar en el colegio”.

Actualmente el Ministerio de Educación adelanta la campaña denominada “Ni uno menos” la cual tiene como fin que más niños accedan a un cupo escolar y que ni uno solo, de los que ya están estudiando, se retiren de escuelas y colegios.


Ministerio de educación. Mineducación pide ayuda a padres de familia para evitar deserción escolar. Tomada de URL: http://www.rgs.gov.co/noticias.shtml?x=7598.Visitado el 121 de agosto de 2009.

Deserción escolar y analfabetismo amenazan educación en diez municipios del Tolima.


POR: Fabio Arejas Jaime

eltiempo.com


Estudio del Observatorio de Educación de la Universidad del Tolima plantea que la atención debe ser mayor en los poblados distantes y con población de escasos recursos.


Solo en el tema de deserción el Plan de Desarrollo 2008-2011 presenta que 25.962 niños quedaron excluidos del sistema.


Tal como lo revela un estudio del Observatorio de Educación de la Universidad del Tolima, los 10 municipios afectados son Anzoátegui, Ataco, Venadillo, Rioblanco, Palocabildo, Murillo, Casabianca, Ortega, Coyaima y Planadas.


"La pobreza y el abandono estatal influyen directamente en estos problemas", afirma Luis eduardo Chamorro, del Observatorio de la UT.
La situación más crítica fue detectada en Anzoátegui, donde la tasa neta de escolaridad para el año 2007 fue calculada en 37.1 por ciento.


Lo anterior quiere decir que de cada 100 niños que van a la escuela, solo 37 estudian en el nivel educativo que les corresponde y 63 tienen edades que superan la correspondiente a su nivel educativo. Pero eso no es todo pues la tasa bruta llegó en el mismo periodo a 53.5 por ciento, y esto es que de cada 100 niños que debieran estar estudiando, solo 53 llegan a las aulas.


En Ataco el analfabetismo alcanza niveles altos pues al menos 3.500 personas carecen de nivel educativo y unas 2 mil no saben leer ni escribir.


El municipio también es atacado por una alta deserción escolar ya que en el 2008 al menos 700 niños abandonaron las aulas.


De esa epidemia tampoco escapa Rioblanco donde unas 3 mil personas no saben leer ni escribir."El alto porcentaje de analfabetas revela que la cobertura escolar es baja", señala Luis E. Chamorro.


Atraso de muchos años


Francisco Parra, secretario de Educación del Tolima, señala que el atraso en inversión educativa en estas zonas es de más de 30 años.


"La oferta educativa ha tenido más concentración en municipios cercanos a la capital", dice.Asegura que hoy se le da toda la importancia a la educación de municipios lejanos para involucrarlos en procesos que incluye mejoramiento de vías y salud.


"Este gobierno atiende a la comunidad educativa y con responsabilidad trabaja en la solución de los problemas y necesidades que viven desde hace muchos los estudiantes del Tolima", concluye Parra.


Niños con un futuro incierto


Los problemas que deben sortear miles de estudiantes del Tolima están a la orden del día.
En el Centro Educativo Casa de Zinc, situado al sur del Tolima, en límites con Huila, unos 30 niños de cuarto y quinto primaria reciben clases en la capilla de la vereda.

"No hay salones, y nos toca dictar clases en la Casa de Dios", afirma Luis Evelio González.
"En el Sur del Tolima los niños son muy fuertes, estudian y trabajan al mismo tiempo para ayudar en la economía de sus hogares", agrega.


La deserción es otro factor que los ataca constantemente. El año pasado en esa institución de 250 niños, 37 desertaron. González señala que abandonan las aulas para trabajar junto a sus padres en la recolección de café.


Como si fuera poco, los jóvenes que logran culminar su bachillerato ven truncadas sus aspiraciones profesionales por falta de centros de educación superior.


Álvaro Arboleda, director de Núcleo en Ataco, pide al gobierno una mayor atención a los municipios alejados.
"Este gobierno ha mejorado mucho la educación, pero aun persisten problemas que tienen como causa la pobreza, como la deserción y la falta de instituciones para acceder a la educación superior", señaló el funcionario.


Arejas Jaimes, Fabio. Deserción escolar y analfabetismo amenazan educación en diez municipios del Tolima. Tomado del URL: http://www.eltiempo.com/colombia/tolima/desercion-escolar-y-analfabetismo-amenazan-educacion-en-diez-municipios-del-tolima_5191168-1 Viitado el 12 de agosto de 2009.

Cuatro estrategias Contra la repitencia y la deserción



POR: Ministerio de Educación de Colombia


Altablero. El períodico de un país que educa y que se educa



Lograr la permanencia de los niños dentro del sistema educativo es una de las metas que se ha propuesto la Revolución Educativa. Sin embargo, este propósito está amenazado por dos problemas: la repitencia y la deserción escolar.

Diversos factores contribuyen a que se presenten altos índices en la medición de estas dos variables. Entre los más importantes se encuentran la atomización en la oferta (instituciones que no ofrecen el ciclo completo), que obliga a los niños a cambiar de institución al término de cada ciclo escolar y a tener que adaptarse a modelos educativos diferentes, lo que dificulta su tránsito a lo largo del sistema; las dificultades socio-económicas; la falta de motivación de los niños para permanecer en las instituciones al no encontrar intereses afines entre lo que reciben y lo que esperan en cuanto a contenidos y a su propio contexto, y las restricciones en la disponibilidad de cupos disponibles.

La combinación de estos problemas se ve reflejada en las cifras de deserción y repitencia del país. Una proyección basada en las tasas de eficiencia interna del año 2000, indica que de cada 1.000 niños que inician primaria, sólo 403 de ellos completarían el ciclo educativo en undécimo grado.
Los índices de deserción escolar difieren considerablemente entre las instituciones oficiales y no oficiales.

Al analizar la información de matrícula consolidada por nivel educativo, se observa que mientras en las instituciones educativas privadas el número de estudiantes que cursa undécimo grado representa el 60% de los que iniciaron primer grado, en el sector público ese porcentaje desciende al 22%.

Sin embargo, las cifras más preocupantes de deserción escolar las encontramos en las zonas rurales, pues del total de niños matriculados para iniciar el ciclo en primaria, sólo el 5% de ellos llega hasta el grado undécimo; en el sector urbano la cifra es del 46%.

Si se mira la evolución reciente de las cifras de permanencia de los alumnos en el sistema educativo, se observa un avance significativo que, sin embargo, es aún insuficiente.

Los datos obtenidos durante la década comprendida entre los años 1990 y 2000 muestran que para el sector urbano, el 32% de los colombianos entre los 20 y los 29 años completaban su formación hasta el grado noveno, mientras que en el 2000 esta proporción se había incrementado hasta alcanzar el 60%. En el sector rural las cifras fueron de 10% en el 90 y de 22% en el 2000.


Nuestros esfuerzos para reducir la repitencia y la deserción escolar y lograr que los niños permanezcan en las instituciones educativas se han encaminado hacia el desarrollo de cuatro estrategias básicas:
La primera se enfoca a integrar "instituciones educativas" que estén en capacidad de ofrecer todo el ciclo básico. Esta estrategia contribuye a asegurar la continuidad y el flujo de los estudiantes a través de los niveles de preescolar, básica, secundaria y media.

Si una sola institución se encarga de asegurar el ciclo educativo desde el grado 0 al grado undécimo, reduciremos los problemas de obtención de cupos y abriremos mayores espacios en torno a la consistencia de los programas de calidad educativa.

La segunda estrategia está asociada al diseño de los Planes de Mejoramiento y al fortalecimiento de las instituciones educativas en los frentes de gestión de recursos y de tipo pedagógico, para lograr que los estudiantes alcancen mayores niveles de logro.

A partir de los resultados de las evaluaciones, todas las instituciones educativas deberán proponer y formular Planes de Mejoramiento, lo que les permitirá definir nuevas metas, corregir sus deficiencias, reforzar sus fortalezas, mejorar sus estrategias pedagógicas y aumentar las tasas de promoción con buenos niveles de calidad.

La tercera tiene que ver con la pertinencia. Tenemos que motivar a los niños por el acceso al conocimiento, por el desarrollo de la capacidad crítica y el pensamiento propio alrededor de sus propias realidades y de sus proyectos de vida, y generar vínculos constructivos con su institución, sus maestros y sus comunidades.
Y la cuarta tiene que ver con la flexibilidad de los modelos educativos que se implementan, que deben ser capaces de adaptarse a las necesidades de los niños y a las especificidades de cada región del país.

Nuestro objetivo es lograr establecer para el sistema una dinámica tal que cada una de las soluciones encontradas a los problemas, dé paso a una mejoría en toda la cadena educativa.




Ministerio de educación. Cuatro estrategias Contra la repitencia y la deserción. Tomado del URL:
http://www.mineducacion.gov.co/1621/article-87969.html. Visitado el 12 de agosto de 2009

Desnutrición, paracitismo y violencia, principales enemigos de los estudiantes











POR: Agencia AUPEC (Agencia Universitaria de Periodismo Científico.









En 1985, la población de Colombia era de 27.9 millones de habitantes, de los cuales el 36% estaba entre cinco y catorce años, es decir, en edad escolar. Para el mismo año, la tasa de matriculados en la escuela era del 93% pero sólo el 57% finalizaba la primaria.





Expertos de varias partes del, mundo han sugerido que problemas como la desnutrición, el parasitismo intestinal, el "hambre pasajera", la violencia, entre otros, afectan. la capacidad de aprendizaje de los escolares y son causa del ausentismo, la deserción escolar y el bajo rendimiento académico. Sin embargo, señalan que son escasos los estudios que midan la relación entre salud y nutrición de los niños, frente a su desempeño escolar.





Según datos de la Secretaria de Salud Pública Municipal de Cali, en 1995, de 898 muertes de menores de 15 años que se presentaron, el 66.7%, correspondió a mortalidad infantil, especialmente por causas asociadas a precarias condiciones de saneamiento, deficiencias nutricionales, enfermedades respiratorias y otras externas, como la violencia.








El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, Unicef, afirma que los programas escolares y la escuela deben brindar a la comunidad escolar la oportunidad de adquirir técnicas, conocimientos , actitudes y hábitos de salud que promuevan el desarrollo y bienestar personal, comunitario y nacional.





Con este objetivo se puso en marcha un innovador proyecto con la metodología de Investigación-Acción-Participación, en escuelas de Cali, para ayudar a solucionar estos problemas críticos de salud en escolares, Se trata del proyecto '"Escuela y Salud: Construyendo Salud. desde la, Escuela", diseñado por el Núcleo de Atención Primaria, NAP, Siloé; la Fundación Centro de Investigaciones Multidisciplinarias para el Desarrollo, CIMDER; el Núcleo de Desarrollo Educativo 025, Eustaquio Palacios; el Proyecto Una nueva Iniciativa para la formación de profesionales de la salud, en unión con la comunidad, UNI, de la Facultad de Salud, de la Universidad del Valle y el apoyo técnico y financiero de la ONG "Plan Internacional de Padrinos".





Con este proyecto se diseñó un modelo de atención en salud para el escolar que se caracteriza por el trabajo participativo y en equipo, entre maestros, padres de familia, escolares, y adolescentes , equipo de salud y estudiantes , y docentes de la Facultad de Salud de la Universidad del Valle.





Los acciones, realizadas entre agosto de 1996 y julio de 1997, estuvieron dirigidas a 4 mil 11 niños, entre los 4 y 15 años de edad, de 16 escuelas del Núcleo Educativo 025, Eustaquio Palacios, de barrios de ladera con un estrato socioeconómico bajo, considerados de alto riesgo social, para iniciar la aplicación del proyecto, se identificaron conjuntamente los problemas de salud de los escolares. Los más frecuentes fueron malnutrición, parasitismo, problemas de la piel, bajo rendimiento académico, problemas de comunicación, de salud oral, ausentismo temporal y permanente, ambiente escolar inadecuado y violencia familiar y en otros ambientes.
En Colombia, el 4% de los menores de 14 años son obligados a trabajar; esto provoca la inasistencia a la escuela e incumplimiento de horarios.





La enfermera, Ligia Elvira Viáfara Torres, Especialista en Salud Familiar y Coordinadora de Subproyectos de UNI, explicó que uno de los logros de Escuela y Salud fue el diseño y validación del instrumento de Evaluación Temprana Aplicada para la Identificación de Condiciones de Riesgo para un Aprendizaje Saludable, ETAPAS, creado con la participación de maestros, estudiantes y docentes universitarios, escolares y funcionarios de las instituciones de salud
También se implementó el Sistema de Información de Base Comunitaria para la Atención Primaria y el Sistema de Información para el Escolar y el adolescente, SIPE, para definir la composición de los escolares de los barrios estudiados.





Una evaluación preliminar hecha con el SIPE, encontró una tasa de escolaridad del 74%. Los escolares trabajadores llegaron al 7% y ,en algunas escuelas, alcanzó el 29%, lo cual es preocupante, pues se estima que en Colombia, el 4% de los menores de 14 años son obligados a trabajar. Los maestros indicaron que esto conlleva a la inasistencia a la escuela e incumplimiento de horarios.





"Así mismo, el 13% de los escolares deben cuidar hermanos menores, lo cual disminuye el tiempo que pueden dedicar a sí mismos y al estudio", explicó la trabajadora social Miryam Espinosa Chávez, participante del proyecto.




Aprendizaje en riesgo
Se halló una prevalencia de desnutrición entre los escolares del 40%., la cual, según los investigadores, es alta y puede afectar el proceso de aprendizaje en los escolares. El 26% manifestó vivir en casas con piso de tierra, factor que facilita la trasmisión de enfermedades infecciosas y parasitarias, en el 1.l% de ellas se cocina con elementos que contaminan con humo, lo que favorece una alta incidencia de enfermedades alérgicas y respiratorias.
En las casas se encontró que, por cada persona, hay un perro y una gallina. De acuerdo con. los investigadores, el alto número de perros trae problemas para la salud pública, como son la competencia por la comida y la transmisión de infecciones, parásitos y zoonosis.





Al evaluar las enfermedades que padecieron los escolares en los 15 días anteriores a la encuesta, se encontró que un 32% sufrió gripes; un 19 %, dolores de cabeza; un 10%, dolores de estómago; un 6%, tos y en proporciones iguales de 3%, otros, sinusitis, ojos inflamados, leucemia y hepatitis.
El perfil odontológico detectó caries evidente en el 49% de los niños, lo cual. es alto, considerando el método de diagnóstico que se empleó no era el mñás preciso
Se recopilaron datos sobre los premios y castigos a los niños en la escuela y en el hogar y se encontró que al. 32% le "dan correa", al 21% no lo dejan jugar, al 1 l% los regañan , lo cual demuestra que el castigo físico sigue predominando.





La valoración del rendimiento académico se realizó con los maestros y se encontró en cuenta sólo el último periodo evaluado, hallando un 18% en excelencia, un 41% bueno, un 39% aceptable y un 3% insuficiente.





Según la problemática encontrada en. las escuelas, los investigadores realizaron talleres con maestros, escolares y padres de familia, sobre autocuidado, manejo del ambientce, del tiempo libre, parasitismo intestinal, salud oral, autoestima, entre otros; capacitaron a promotores y equipos de salud y elaboraron material educativo, con base en el juego, como títeres, juego de balance nutricional, sociodramas, entre otros.





Al 97% de los escolares del Estudio se le suministraron antiparasitarios, desparasitación capilar, valoración de placa bacteriana, fluorización y aplicación de sellantes.
La desparasitación masiva es una de las acciones más efectivas, utilizadas en países en vía de desarrollo, pues se mejora el aprendizaje del menor, su estado nutricional, se incrementan las defensas ante enfermedades infecciosas y disminuyen los índices de inasistencia y deserción escolar" , indicó la enfermera Stella Bejarano Forero, Especialista en Administración Total de la Calidad y Productividad, y directora de un puesto de salud de la ciudad de Cali.

A los maestros se les aplicó un cuestionario que indagó sobre su conocimiento acerca de los problemas de aprendizaje. Los resultados sirvieron para elaborar un plan de capacitación, con el fin de que mejoren su capacidad para orientar la solución de estos problemas en los escolares.
Con el modelo de Escuela y Salud, los Servicios de Salud pueden llegar a los escolares y, a través de ellos, a niños no escolarizados, considerados por la Organización Mundial de la Salud como los de mayor riesgo, ampliando así sus coberturas en atención.





Se espera que el modelo de atención y 1as metodologías desarrolladas, sean transferidas a otras regiones; que se impulsen proyectos de participación comunitaria en salud., investigación sobre situaciones críticas del escolar y, con ello, elevar la calidad de vida de esta población.


Agencia UPEC, Desnutrición, parasitismo y violencia. Principales enemigos de los estudiantes. Tomado del URL: http://aupec.univalle.edu.co/informes/noviembre97/boletin55/escuela.html
Visitado el 11 de agosto de 2009)

El problema de la deserción escolar







POR: Luis Bernardo Flórez Enciso
Editor general de la revista de la Contraloria General de la Nación

La dimensión del problema

La deserción escolar, entendida como el abandono del sistema educativo antes de haber culminado el ciclo escolar, es un fracaso para el estudiante y para el país, pues contraviene los fines últimos del sistema educativo y tiene considerables efectos negativos sobre el desarrollo social, el buen uso de los recursos invertidos en el servicio educativo, la competitividad del país y la calificación de su capital humano.


Las cifras del año 2004 muestran que en Colombia solamente el 47% de los estudiantes que inician el ciclo completo de educación lo termina. De cada cien
matriculados, siete, en promedio, abandonan cada año la escuela. Sólo en ese
año abandonaron el servicio educativo 760.000 estudiantes, lo cual implicó
que el Estado y la sociedad perdieran, por causa de este fenómeno, más de
$680.000 millones invertidos.
En términos territoriales, las regiones más afectadas son los antes denominados
territorios nacionales y los departamentos más pobres del país.

En Guainía, Putumayo, Guaviare y Caquetá la tasa de deserción escolar es más que el doble del promedio nacional. Pero también, y esto es sorprendente, la deserción escolar en el Eje Cafetero supera en más del 40% el índice nacional. Así mismo, regiones favorecidas por la asignación de altos recursos de regalías, como Arauca, Casanare y Meta, tienen altos índices de desertores escolares. Sin duda, estos indicadores ameritan un estudio detallado y una pronta solución.

Para el análisis se han agrupado los factores asociados a la deserción escolar en tres grandes temas, aunque, claro está, ellos están interrelacionados.
El primero se refiere a la institucionalidad en la prestación del servicio educativo.
El segundo tiene que ver con los factores pedagógicos y propios de la docencia y El tercero se relaciona con el entorno social y económico.


El componente institucional



En relación con los aspectos institucionales hay que destacar el esfuerzo desplegado por el Ministerio de Educación y las autoridades educativas regionales, para avanzar en el cumplimiento del objetivo central dela política educativa cual es el aumento de cobertura, y celebramos que, en feliz coincidencia con el Foro sobre Educación, el Ministerio haya acabado de lanzar el programa “Ni uno menos”, que busca atacar el problema de la deserción escolar.

Pero es también necesario señalar que no se les ha asignado la suficiente importancia a temas tales como la equidad, la calidad y el mejoramiento de la eficiencia interna, entendida como el aumento de los niveles de aprobación y la consecuente reducción de la reprobación y la deserción.

Si bien a partir de Ley 715 de 2001 ha habido significativos incrementos en cobertura, se han descuidado las regiones y los sectores más pobres, en donde se registran los mayores niveles de deserción. Cabe observar que, según el DANE, la inasistencia a la escuela de la población entre cinco y 17 años se explicó en un

40% en 2003 por falta de dinero. La creación de nuevos cupos en el sector oficial no se compadece con la falta de una respuesta integral a la problemática de la deserción. Aunque se han hecho diversos esfuerzos en materia de normatividad, los programas, como los de gratuidad del servicio educativo y subsidios monetarios se han desarrollado de manera aislada y parcial y sin constituir aún una política pública nacional de educación.

En cuanto a los recursos asignados al sector, según el Anexo de Gasto Social del Presupuesto General de la Nación, su participación pasó de 4,4% a 4,9% del PIB, entre 2001 y 2004. Estos recursos, aunque importantes, son insuficientes si se tiene en cuenta que la mayor parte del gasto realizado en educación básica y media se destina a los costos fijos de personal, es decir, el margen para inversión es limitado, lo cual dificulta la dotación adecuada de las instituciones educativas.

Más aun, si se tiene en cuenta la muy baja ejecución de los recursos procedentes de la Ley 21, al constatarse el precario avance de los proyectos aprobados en el último par de años.

Otro aspecto institucional por resaltar se refiere a la infraestructura educativa, entendida como los insumos que contribuyen a la adquisición de habilidades de aprendizaje. Factores tales como la disponibilidad de textos y la provisión de infraestructura básica, edificaciones, laboratorios, bibliotecas, áreas deportivas y hasta cosas tan elementales como los pupitres, tienen una alta correlación con el rendimiento y, por supuesto, con los niveles de deserción.

Así pues, propender por asegurar instrumentos de desarrollo y formación integral mediante bibliotecas, escenarios culturales y deportivos, materiales didácticos y herramientas tecnológicas para el manejo de la información es indispensable y demanda mayores niveles de inversión en educación.

Por otro lado, la escuela es el lugar indicado para atender las necesidades de los niños. En este sentido, la atención personalizada es un factor fundamental.
Sin embargo, las medidas relacionadas con la “mejor utilización de la capacidad instalada” y con la “racionalización de la planta docente” hay que examinarlas con mucho cuidado, para no desvirtuar ese objetivo.

Un efecto adicional de la racionalización establecida en decreto como el 3020 de 2002, es la limitación de las instituciones educativas para contar con los docentes necesarios para un proceso educativo integral.

En general, se afectan áreas como la educación física, las artes y la enseñanza de otros idiomas, lo que incide negativamente sobre la calidad de la educación y resta incentivos a la permanencia de los estudiantes en el sistema educativo.

En la perspectiva de la descentralización, en los procesos auditores de la Contraloría General de la República a los recursos del Sistema General de Participaciones se ha constatado que la mayoría de los 42 municipios certificados por efectos de la Ley 715 de 2001 tiene limitada capacidad institucional y fiscal para asumir el servicio educativo.
Ello dificulta, claro está, el desempeño de las entidades territoriales para dar cumplimiento a las responsabilidades del Estado en materia de educación, que no se restringen sólo al aumento de coberturas.

Los factores endógenos

Aspecto fundamental del proceso educativo es el educador, quien asume la responsabilidad de ser transmisor y creador de valores culturales, homogeneizador del lenguaje y constructor de relaciones y redes sociales. En relación con la deserción escolar, el papel del docente es fundamental, toda vez que puede influir sobre la decisión de los estudiantes, e incluso de los padres de familia, más aun si se tiene en cuenta que –según la encuesta del DANE– el desinterés explica el 21% de las razones por las cuales los niños y los adolescentes abandonan la escuela.

Además de las obligaciones impuestas por la estandarización de currículos, la actividad de los maestros debe incluir aspectos como la formación integral de los estudiantes y los incentivos para su permanencia en el sistema, lo que requiere grandes esfuerzos de coordinación, diálogo, trabajo en equipo y ayuda mutua.

Al enfrentar estos fenómenos hay que evitar que la actitud del maestro o la política de la institución educativa generen niveles internos de discriminación o segregación que mellen la autoestima de los estudiantes y afecten su rendimiento académico e incluso social.

La permanencia del niño y del adolescente, en el sistema educativo depende, en buena medida, de la dimensión pedagógica y el interés de los docentes para desarrollar las capacidades y habilidades de cada uno de sus alumnos.

Un factor relacionado con la escuela, y que incide sobre la deserción, es el patrón de medida utilizado para la evaluación. Ello limita la responsabilidad de la educación a aspectos medibles y estandarizables como son los cognoscitivos, memorísticos y técnicos, pero deja de lado los complejos factores sociales y de valores en la formación de los estudiantes.

En consecuencia, la prioridad a la formación integral de los formadores, la actualización de los modelos pedagógicos, la promoción de proyectos educativos institucionales y la activa participación de la comunidad son temas esenciales que habría que analizar.

Los factores del entorno social y económico

Sin duda alguna, entre los factores que más inciden en la deserción escolar se encuentran los relativos al entorno económico y social en Colombia.
Tanto en 1997 como en 2003, como ya se anotó, la principal razón de inasistencia a la escuela de la población en edad escolar fue la falta de dinero de su hogar.
Otra razón importante fue la necesidad de trabajar, lo que se explica por la situación de pobreza de los grupos de menores ingresos.

De hecho, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Demografía y Salud, la deserción escolar femenina en 2000 se explica en un 56% por razones económicas.
Otra evidencia se encuentra en el crecimiento de la relación entre la tasa global de participación y la tasa de deserción, lo que indica que cada vez más personas de escasos recursos económicos se ven obligadas a abandonar sus estudios para ingresar al mercado laboral.

En Colombia, según el DANE, se observa que en el
año 2003, de 1,2 millones de niños trabajadores, el 38% de ellos en edad escolar, no asiste a ningún centro educativo y que más del 5% enfrenta el mercado laboral en condiciones de analfabetismo.

Así, el trabajo en edad escolar está estrechamente ligado con el bajo nivel de ingresos de los hogares, de tal forma que los niños y los adolescentes tienen que destinar gran parte de su tiempo a realizar actividades por fuera de la escuela, lo que, al final, se traduce en su bajo rendimiento y en su deserción escolar.

Cabría agregar que el desplazamiento forzado, que en Colombia ha tomado características endémicas, afecta de manera directa los indicadores de deserción.
Es claro que si miles y miles de familias se ven obligadas por causa de la violencia a abandonar sus terruños, la deserción escolar es automática y nada garantiza que los nuevos sitios a los que se desplazan garanticen los cupos escolares requeridos.

Por la construcción de una Agenda Ciudadana

Las tareas y responsabilidades que tenemos que asumir son inmensas, a la luz de los problemas expuestos.

No basta con asegurar una política efectiva y eficaz del Estado para resolver el tema de la deserción escolar que le impide a casi cinco millones de niños y adolescentes cumplir su ciclo educativo completo. Es claro que es esencial que el Estado y sus autoridades nacionales y regionales adopten las estrategias requeridas para ese fin.

Pero también es necesario que toda la sociedad –las familias, las organizaciones sociales, los docentes y las instituciones educativas– se comprometan con dicho objetivo prioritario.

Flórez Enciso, Luis Bernardo. El problema de la deserción escolar. Tomado del URL: http://www.contraloriagen.gov.co/html/RevistaEC/pdfs/311_1_Editorial.pdf. Visitado el 11de agosto de 2009)